Hace casi un siglo que el Instituto Habilitado Hermanas Capuchinas (IHHC) forma parte de la historia y de las vidas de los fernandinos. Por sus aulas han pasado generaciones de familias que continúan viendo en Capuchinas un “lugar donde crecer”. A través de sus tres niveles de enseñanza (Inicial, Primaria y Secundaria) creen que el respeto, cariño y confianza son los pilares fundamentales para “dejar huellas de vida” en quienes confían cada año en esa institución al momento de elegir la educación de sus hijos.
La capilla tomó forma en la década del ’50 de la mano de las Hnas. Ernestina, María Antonia y Querubina. Anteriormente era donde se encontraba ubicada la casa de Elvira Correa de Marini, benefactora del colegio, allí se dictaron las primeras clases de la escuela taller.
A través de los años, varios capellanes celebraron en ese recinto la primera comunión de niños de varias familias fernandinas. Aunque se encuentre construida en una de las esquinas bulliciosas del centro de la ciudad de Maldonado, se respira serenidad y tranquilidad, donde los niños y jóvenes se encuentran con la Santísima Trinidad.
Estas palabras fueron extraidas de un post de facebook de Alejandro Regina Le Pera