Nuestra propuesta
El objetivo del Instituto es el de «promover el desarrollo integral de los alumnos en cuanto personas, en sus diferentes dimensiones (psicológica y física) y en la totalidad de sus relaciones, fomentando el espíritu crítico, la responsabilidad, la solidaridad y procurando la síntesis entre fe, cultura y vida».
Desde el punto de vista intelectual se apunta a una formación de calidad que permita la construcción profunda y crítica de los conocimientos en constante diálogo con la investigación científica y la filosofía. De esta manera se procura que los alumnos accedan a los valores e la cultura con espíritu crítico y compromiso. Para lograr estos objetivos se fomenta la práctica del estudio serio, sistemático y profundo, estimando todos los procedimientos que lo hacen posible. Estos procedimientos incluyen tanto los tradicionales como las modernas tecnologías aplicadas a la educación.
El aspecto afectivo supone ayudar a la maduración de la personalidad procurando que los alumnos alcancen un sano equilibrio emocional.
El aspecto volitivo abarca el desarrollo de una voluntad firma y responsable capaz de decisiones fundamentadas inspiradas en los valores éticos.
La dimensión física implica la justa valorización de lo corporal como parte integrante de la unidad de la persona. Su desarrollo, a través de una educación para la salud, incluye, entre otros aspectos, una sana actividad deportiva.
El objetivo planteado se refiere también a promover el desarrollo integral de los alumnos en cuanto personas en la totalidad de sus relaciones. Éstas incluyen las relaciones consigo mismo, con los otros, con el mundo y con la trascendencia, expresada en la persona de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Conscientes de que la persona es, ante todo, un sujeto se hace hincapié en la unicidad de cada ser. Esto supone asumir a cada alumno como único, con sus característica personales, su historia, sus circunstancias y su propio proceso de maduración personal.
La persona humana es entendida como sujeto de derecho y deberes. En este sentido se acompaña a los alumnos en el descubrimiento de los Derechos Humanos que nacen de la misma dignidad del hombre y de la mujer en cuanto hijos de Dios. Este acompañamiento incluye las herramientas de sensibilización frente a estos derechos a la vez que una educación que ayude a lograr un compromiso serio y firme con los mismo. Junto a los derechos se considera de fundamental importancia trabajar los deberes inherentes a la dimensión de autonomía y libertad propia de la persona, con el compromiso de colaborar con el análisis clarificación y asunción de los valores éticos.
La persona es, además, un sujeto en permanente proceso de realización, es decir, no es un ser clausurado y terminado sino una realidad en formación. De ahí la importancia de la labor educativa como ayuda fundamental para la realización de esa persona, ayudándola a lograr el pleno desarrollo. Este pleno desarrollo será posible si la educación tiende, como se señaló, no sólo a lo intelectual sino también a lo afectivo, lo volitivo y lo moral.
Un aspecto de particular importancia es el de fomentar la autonomía, la responsabilidad y el compromiso, valorando particularmente el ejercicio de la creatividad.
La persona es un ser único, pero vive con otros. Se considera fundamental, entonces, la educación de la dimensión comunitaria y social de los niños y jóvenes. esto significa fomentar los valores del respeto, la solidaridad y la tolerancia ante la diversidad.
La educación en la solidaridad conduce a procurar un compromiso social que lleve a participar activamente en la construcción de la ciudadanía y en la búsqueda de soluciones para quienes más lo necesitan.
Una educación de la persona que pretenda ser integral no debe dejar de lado ningún aspecto. En este sentido el Instituto considera de fundamental importancia la dimensión trascendente de la persona. El anuncio evangélico no es, entonces, una actividad extracurricular y secundaria, sino el motor que anima toda labor. El Colegio no tendría sentido si no es desde su identidad cristiana, franciscana y rubattiana.
Respetuosos de los diferentes grados de fe y compromiso cristiano de quienes integran la comunidad educativa, se coincide en el respeto a esa identidad del Instituto. A partir de ese respeto básico, se aspira a que la dimensión de fe sea vivida no sólo en la clase de catequesis sino en todos los ámbitos de la institución.
Comprometidos con el conocimiento científico que proporciona una explicación fundamental de la realidad, se busca, además, iluminar ese conocimiento desde la fe, apuntando a lograr esa difícil pero fundamental síntesis entre fe, cultura y vida.
Finalmente y fieles al espíritu franciscano-rubattiano, se procura el compromiso para lograr en todo el instituto un clima de alegría, sencillez, minoridad, respeto y solidaridad que permita la experiencia de formar una verdadera familia en el Señor.
El nivel de Secundaria cuenta con todos los cursos incluyendo todas las orientaciones y opciones de bachillerato.
Orientaciones de 5º año:
Humanística, Científica, Arte y Expresión, Biológica.
Opciones de 6º año:
Social-Económica, Social-Humanística, Físico-Matemática, Ciencias Biológicas, Matemáticas y Diseño, Arte y Expresión, Ciencias Agrarias.